Merrin Colin | Artista contemporáneo: Obras & Biografía

Colin siempre ha sido un apasionado de la pintura. Tras licenciarse en la Facultad de Bellas Artes de Maidstone en 1974, comenzó su carrera profesional en la animación de dibujos animados. Expuso por primera vez en 1981. Cuatro años más tarde, una de sus obras fue aceptada en la prestigiosa exposición de la Royal Academy. De 1988 a 1989, viajó por todo el mundo (India, Sudeste Asiático, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos). Al no poder vivir adecuadamente de su pasión, realizó diferentes trabajos mientras pintaba en su tiempo libre. 2009 marcó el inicio de su carrera artística. Fue elegido miembro asociado de la Royal Watercolour Society. Actualmente vive y trabaja en Brighton.\n A Colin le gusta trabajar la acuarela por su inmediatez y transparencia. Le gusta jugar con la textura y el material de las pinturas al óleo y acrílicas. Los paisajes son su especialidad. El artista encuentra inspiración en las concurridas calles de las grandes ciudades y en las brumosas vistas de los South Downs (montañas del sur de Inglaterra). Admira mucho a J.M.W. Turner (pintor inglés, siglo XIX), y aprecia los paisajes modernos de Claude Monet y Paul Cézanne (pintores franceses, siglos XIX-XX). Su arte también está influido por sus contemporáneos ingleses: Peter Lanyon, David Tress, Barbara Rae, Kurt Jackson y Neil Davies.\n El artista experimenta constantemente con nuevas técnicas en busca de la novedad. Trabaja en el estudio a partir de bocetos realizados al aire libre. Con gesto rápido y espontáneo, pinta directamente sobre el lienzo sin dibujo previo. Entre la abstracción y la figuración, sus obras no pretenden recrear la realidad, sino evocar un sentimiento, una atmósfera. Colin convierte una observación objetiva en una imagen personal y subjetiva. Urbano o rural, el paisaje se convierte en una excusa para explorar las posibilidades de la pintura. Más allá del tema, el artista busca comprender cómo las formas y los colores se unen para formar una armonía perfecta. Sugiriendo más que mostrando, Colin da rienda suelta a la imaginación del espectador.